Fue apóstol de Jesucristo y primer jefe de su Iglesia; era un pescador del mar de Galilea, hasta que dejó su casa de Cafarnaúm para unirse a los discípulos de Jesús de Nazaret en los primeros momentos de su predicación. San Pedro carecía de estudios, pero pronto se distinguió entre los discípulos por su fuerte personalidad y su cercanía al maestro, estableciéndose frecuentemente en portavoz del grupo.
Su nombre real era Simón ¿de dónde surgió su sobrenombre, Pedro?
Se lo puso Jesús al señalarle como la «piedra» sobre la que habría de edificar su Iglesia.
En Cesarea de Filipos, al nordeste del lago Tiberíades, tuvo lugar el episodio en que San Pedro afirmó la divinidad de Jesús: "Tú eres Cristo, el Hijo de Dios vivo". En ese momento Jesús juzgó la afirmación como efecto de una iluminación de lo alto y confirió a Pedro la máxima autoridad, diciendo: "Bienaventurado eres tú, Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado eso la carne y la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro, y que sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Te daré las llaves del reino de los cielos. Y todo lo que atares sobre la tierra será también atado en los cielos; y todo lo que desatares sobre la tierra, será también desatado en los cielos" (Mat. 16, 17-19).
-San Pedro tuvo también momentos de debilidad-
Según el relato evangélico, San Pedro negó hasta tres veces conocer a Jesús la noche en que éste fue arrestado, cumpliendo una profecía que le había hecho el maestro; pero, arrepentido de aquella negación, su fe ya no volvió a flaquear y después de la crucifixión y la resurrección, fue privilegiado con la primera aparición de Jesús y se dedicó a propagar sus enseñanzas.
Ver más oraciones