Se consideró el mes de octubre para ser el mes del rosario debido a que celebramos el memorial de Nuestra Señora del Rosario el 7 de octubre.

El origen del rosario es un mosaico confuso que se entrelaza con diversas tradiciones y prácticas espirituales. La utilización de cuerdas anudadas para contar oraciones o versos de las Escrituras (incluyendo el Padrenuestro y la Oración del Corazón) es una costumbre ancestral que se encuentra incluso en culturas no cristianas.

Se cree que esta recitación cristiana de 150 de estas plegarias tiene raíces más profundas y se relaciona estrechamente con la práctica monástica de la Liturgia de las Horas. Los monjes, en su vida contemplativa, rezaban los 150 salmos cada día, formando así un vínculo sagrado con los textos sagrados y marcando un ritmo espiritual en sus vidas.

El rosario también es considerado una devoción mariana que surgió en la Edad Media cuando los cristianos saludaban a María con el título de rosa. En esa época se les permitía a los que no podían cantar los 150 Salmos del Oficio Divino recitar 150 avemarías. Las avemarías significaban dar rosas a María, de ahí surge el nombre de rosario a María.

El avemaría es una oración que encontramos en el evangelio de Lucas: “Dios te salve, llena de gracia”, es el saludo del ángel Gabriel anunciando a María que va a ser la madre de nuestro Señor. Este saludo del ángel se convirtió en la primera línea del avemaría, oración a María que nos recuerda que ella nos lleva a Jesús. Durante el rezo del rosario rezamos avemarías y meditamos sobre eventos importantes de la vida de María y Jesús.